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A todos los niños por naturaleza les gusta jugar. No les tenemos que decir que hagan ejercicio, ellos son los que nos piden que los llevemos al parque, a las clases de gimnasia, de futbol o de cualquier deporte.

¿No somos nosotros los padres que muchas veces le decimos que no tenemos tiempo, o estamos cansados porque ya trabajamos todo el día? O tal vez, les ponemos como castigo no ir al parque ¿porque obtuvieron bajas calificaciones o no se portaron bien?

Entonces, ¿porque en la literatura reciente sobre participación deportiva infantil encontramos que de los millones de niños que comienzan a practicar deportes cada año, el 70% lo abandonan a la edad de 13 años?

Por lo tanto primero deberíamos preguntarnos … ¿Por qué los niños practican deportes?

La respuesta abrumadora e indiscutible en todas las investigaciones relevantes es:

  1. Divertirse y jugar.
  2. Estar con amigos.

En el estudio “New Study Dispels Myths about What Makes Youth Sports Fun for Kids”de Amanda Visek plantea que “Cuando se trata de deportes organizados, los niños solo quieren divertirse. Y lo que más cuenta son temas como:

  • Esforzarse al máximo
  • Trabajar duro
  • Mantenerse activos
  • Jugar bien juntos como equipo

El conceptode “Ganar» ocupó el puesto 40 en importancia, una puntuación más abajo en la lista de lo que muchos podrían haber pensado.

A los niños más pequeños les importa más tener un entrenador que les permita jugar en diferentes posiciones a pesar de ser principiantes. Los hallazgos de este estudio subrayan que los jugadores más jóvenes tienen más probabilidades de beneficiarse de esta estrategia en comparación con los atletas mayores y más desarrollados, ya que les permite que practiquen varios deportes diferentes, así como la oportunidad para que adquieran experiencia en todas las posiciones diferentes dentro de un deporte, esto es importante para su desarrollo atlético y seguridad personal.

Para los niños varones era muy divertido e importante copiar los movimientos y trucos de los atletas profesionales y esto les ayudaba a mejorar sus habilidades atléticas en comparación con las niñas, y  esto podría deberse a que los niños tienen más atletas profesionales masculinos a los que admirar y con quienes identificarse que las niñas, que tienen menos atletas profesionales femeninas a las que emular.

Los niños que abandonan los deportes organizados generalmente lo hacen en la escuela secundaria, alegando que los juegos y las prácticas ya no son divertidas.

Estas son las razones principales por las que los niños abandonan el deporte:

  1. Están hartos y cansados de ser criticados. Los niños pueden experimentar críticas indebidas y la presión de los padres y entrenadores para rendir al máximo, ganar todos los juegos, competir para que puedan ganar honores y reconocimiento.  A su vez, esto puede llevar a sentimientos de incompetencia y dudas sobre ellos mismos (no soy lo suficientemente bueno), lo que podría trasladarse a otras situaciones de la vida.
  • Cansados de que le griten. Como si estuvieran jugando el Campeonato Mundial.
  • Miedo a cometer errores, miedo a ser juzgado. Muchos niños son introducidos a los deportes por sus padres y a menudo solo continúan participando debido a la presión ejercida por sus padres. En algunos casos, los niños son presionados para participar porque sus padres están viviendo sus propias fantasías a través de sus hijos o los padres ganan estatus o reconocimiento por la participación de sus hijos.
  • Falta de tiempo de juego. Cuando los deportes giran en torno a horarios rigurosos y un estricto cumplimiento de las reglas, los niños pueden sentir una pérdida de autonomía y espontaneidad. Ellos pueden perderse los placeres simples de jugar en el parque con amigos sin un adulto que le dé una presión  estructurada.
  • Demasiado enfoque en ganar. Algunas prácticas de entrenamiento y decisiones de juegos se centran en dar a los mejores jugadores mayor tiempo de juego, con el objetivo principal de ganar a pesar de la desmotivación de los demás.
  • Ser eliminado de un equipo. A la edad de 6, 7 y 8 años ser eliminado de un juego tiene un impacto emocional significativo.
  • A las niñas entre los 11 y los 13 años les cambia radicalmente su cuerpo y todavía no están preparadas para aceptarlo. Por ello, prefieren no hacer deporte o reprobar una clase de educación física antes de ponerse un short o un traje de baño. Tal vez podríamos alentarlas a realizar un deporte individual, para que después regresen a su deporte.
  • Práctica excesiva / agotamiento. El uso intensivo y repetitivo de ciertas partes del cuerpo para deportes específicos se ha asociado con el uso excesivo de los músculos y/o con rupturas musculares. A muchos niños se les presiona por parte de los padres o los entrenadores para que realicen cada vez más entrenamiento, un factor que puede provocar agotamiento, hartazgo  y ya no querer ir a la práctica.
  • Lesiones. Lo anterior ha llevado a que muchos jóvenes menores de 20 años no se recuperen y no puedan regresar a sus deportes.
  1. Largos translados. Uno de los peores momentos para un niño en el deporte es el largo viaje de regreso a casa.

Por último, es posible que nuestro modelo deportivo actual no sea compatible con el deseo de los niños de jugar sólo por lo divertido de eso, ya que cuando llegan a la adolescencia sólo se alienta a participar a aquellos que puedan avanzar al nivel de participación élite y a los demás se les alentará a encontrar otras actividades alternativas.

Sí, hay algo muy mal con el sistema cuando 7 de cada 10 niños abandonan el deporte por razones como éstas.

Así que la próxima vez que vayas con tus hijos a verlos al parque o entrenando un deporte … siéntate  un segundo … obsérvalo y comprueba lo fantástico que es ver jugar y divertirse a tus hijos.

Reflexiona la frase:

“Lo que es popular no siempres es lo correcto, y lo que es correcto no siempre es popular”

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